Antaño indomable y perpetúa,
Clamó a gritos piedad,
Y negándose a yacer espuria,
Se amparó en su tristeza,
Untó sus pechos de brea,
Y batida, se juró vengar.
El blanco manto ahora gris,
en un aliento, se hundió,
sus dulces brazos se consumieron,
y temerosa de la derrota, sucumbió.
Traicionada, gimiendo de dolor,
su sola integridad volaba,
negra e incapaz de recordar,
que el destino le fue negado,
que su epitafio no vería la mar.
3 comentarios:
vaya porkeria, untarse las tetas con brea, tío...q no abia otra cosa en la playuki, trón???
Untose los pechos de brea y colgó telefonos
la brea del amor
un beso
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